Cómo solicitar la reducción de jornada laboral

Condiciones laboralesReducción jornada laboral

La reducción de jornada laboral es un derecho que asiste a los trabajadores, a fin de que puedan conciliar su vida profesional con su vida personal. Permite ajustar el tiempo de trabajo, pero no debe confundirse con otras figuras similares como la jornada parcial ordinaria o la excedencia.

Reloj y teclado sobre escritorio, representando la reducción de la jornada laboral y la gestión del tiempo.

¿Qué es la reducción de jornada laboral?

Este es un derecho recogido en el Estatuto de los Trabajadores (ET), que ampara a las personas trabajadoras para que puedan disminuir su tiempo de trabajo diario, semanal, mensual o anual. Esto no implica una suspensión del contrato, pero sí puede llevar aparejada una reducción proporcional del salario.

Se trata de una figura cuyo fundamento jurídico es el principio de conciliación de la vida personal, familiar y laboral, recogido tanto en el marco normativo español como en el europeo. A través de este derecho a la conciliación se busca garantizar que los trabajadores puedan atender a sus responsabilidades familiares sin ver menoscabada su carrera profesional y derechos laborales básicos como la cotización o la antigüedad.

Su regulación se introdujo en el ET a través de la reforma de 2015. Es el artículo 37 del Estatuto de los Trabajadores el que se refiere a este tema, aunque también se encuentra regulado en convenios colectivos y en leyes complementarias como la Ley Orgánica 3/2007 para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.

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¿Cómo pedir reducción de jornada laboral?

La iniciativa siempre parte del trabajador. Para poder acceder a ella es necesario que acredite que se da alguna circunstancia que la justifique, como:

  • Tener a cargo a un menor de 12 años.
  • Cuidar de una persona con discapacidad física, psíquica o sensorial que no desempeña una actividad retribuida.
  • Cuidar de un familiar hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad que no pueda valerse por sí mismo.
  • Ser víctima de violencia de género o de terrorismo.

El Estatuto de los Trabajadores no regula una forma específica en la que deba presentarse la solicitud, pero en la práctica suele hacerse por escrito, con acuse de recibo por parte de la empresa. Los datos esenciales que debe contener son:

  • Identificación del trabajador.
  • Fecha prevista del inicio de la reducción.
  • Duración estimada (si se conoce).
  • Porcentaje de reducción que se solicita (puede ser entre un octavo y la mitad de la jornada habitual).
  • Distribución horaria propuesta.
  • Causa que justifica esta petición y documentación que la acredita.

La jurisprudencia recomienda que se comunique la reducción de jornada a la empresa con un margen razonable para facilitar la organización del trabajo. En este sentido, algunos convenios sí han establecido un plazo de preaviso que es obligatorio cumplir, por lo que hay que consultar el que resulte aplicable en cada caso concreto.

La empresa no puede denegar la reducción de jornada si el solicitante ha acreditado uno de los requisitos legales que habilitan para ello. Lo que sí es posible es negociar con el trabajador la concreción horaria. Si no hay acuerdo entre las partes, está previsto un procedimiento especial y urgente ante la Jurisdicción Social.

Tipos de reducción de jornada laboral

La reducción de jornada puede ser por diferentes motivos:

Reducción de jornada por conciliación

Aquí pueden darse a su vez varios supuestos:

Reducción de jornada por cuidado de hijos menores de 12 años

Permite a los progenitores, guardadores o acogedores reducir su jornada hasta que el menor cumpla los 12 años. Como medida extra de protección, quien está acogido a esta reducción de jornada no puede ser despedido por ejercer este derecho, salvo que existan causas objetivas reales.

Reducción por cuidado de familiares o personas mayores

En este caso, el trabajador reduce su jornada para atender al cuidado de un familiar directo que no se puede valer por sí mismo y que no trabaja.

Reducción de jornada por guarda legal

Es una figura genérica que permite reducir el tiempo de trabajo para cuidar de personas a cargo que no se pueden valer por sí mismas y que no desempeñen una actividad económica. La relación familiar puede ser por consanguinidad o afinidad, pero no ir más allá del segundo grado. Por ejemplo, un hermano enfermo.

Reducción por cuidado de hijos con discapacidad

Es una forma reforzada de la reducción de jornada por guarda legal. Se puede recurrir a ella cuando el menor  (que puede ser mayor de 12 años) tiene reconocida una discapacidad o una enfermedad grave. Esta reducción está configurada en el ET como un derecho prioritario.

Reducción de jornada por hospitalización o tratamiento continuado de hijo prematuro o recién nacido

Cuando el hijo recesivo nacido tiene que permanecer ingresado tras el parto o necesita un tratamiento médico continuado por padecer una enfermedad grave. No se exige una edad máxima concreta, pero sí hay que justificar la necesidad del tratamiento.

Reducción de jornada por embarazo

Por sí mismo, el embarazo no da derecho a la reducción de la jornada, pero existen una serie de medidas complementarias que permiten ajustar el horario y adaptar el puesto para minimizar los riesgos durante la gestación.

Si el médico lo considera necesario, se puede plantear una reducción de jornada como adaptación por el riesgo que el trabajo de la mujer supone para su embarazo. En los casos de mayor riesgo, directamente se puede optar por suspender el contrato y que la mujer pase a percibir una prestación por riesgo durante el embarazo.

Reducción de trabajo para compatibilidad de estudios y trabajo

No es una modalidad regulada de forma expresa en el Estatuto de los Trabajadores, pero puede estar reconocida en convenios y en los planes de igualdad de las empresas. También es posible negociar de forma individual una adaptación de la jornada con base en el derecho a la formación profesional que asiste a todos los trabajadores.

Fe Quiñones Martín, abogada laboralista experta en litigios, gestión de equipos y formación en RRHH.

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¿Cómo se calcula la reducción de jornada?

Salvo que por convenio o acuerdo individual se establezca lo contrario, la reducción de jornada lleva aparejada una reducción proporcional del salario.

La ley establece que el trabajador puede solicitar una reducción de entre un octavo (12,5 %) y la mitad de su jornada habitual. Es el empleado el que decide qué porcentaje desea reducir y el que propone la nueva distribución horaria, aunque esta puede ser objeto de negociación con el empleador.

La regla de tres para calcular la reducción de jornada parte de cuál era la jornada ordinaria antes de la reducción. La fórmula es esta:

Horas reducidas = (horas ordinarias semanales × porcentaje de reducción) / 100

Por ejemplo, si una persona que trabaja 40 horas a la semana solicita una reducción del 25 % de su tiempo de trabajo, el resultado es:

(40 × 25) / 100 = 10

Por tanto, reducirá su jornada semanal 10 horas y pasará a trabajar 30 horas a la semana. El salario se reducirá en la misma proporción, un 25 %.

¿Se puede pedir reducción de jornada sin motivo?

No, la reducción de jornada está configurada como un derecho sujeto a unas causas concretas. No es una opción libre que el trabajador pueda ejercer sin ninguna justificación.

La causa alegada debe estar recogida en el Estatuto de los Trabajadores como habilitante para reducir la jornada y, además, se tiene que acreditar documentalmente.

¿Se puede pedir reducción de jornada por enfermedad?

Aunque el ET no recoge la enfermedad propia como una causa que permita el acceso a la reducción de jornada, sí hay casos en los que se puede reducir el tiempo de trabajo por razones de salud.

El empleado que padece una enfermedad puede solicitar una adaptación del puesto de trabajo que puede incluir una reducción de la jornada, si así lo ha prescrito el médico. Esto se hace en aquellos casos en los que la jornada habitual supone un riesgo para la salud o la recuperación del trabajador.

También es posible una reducción temporal de la jornada como parte del proceso de adaptación al trabajo tras una baja médica, mientras persistan las limitaciones funcionales o médicas.

¿Se puede reducir la jornada laboral con un contrato indefinido?

Este derecho asiste a todos los trabajadores, con independencia del tipo de contrato que tengan suscrito con la empresa. Es irrelevante si el contrato es indefinido, temporal, a jornada completa o a tiempo parcial.

¿Me pueden reducir la jornada laboral sin mi consentimiento?

Por regla general, el empleador no puede reducir la jornada de sus empleados de forma unilateral. Este cambio es una modificación sustancial de las condiciones de trabajo que solo se puede dar ante circunstancias económicas, técnicas, organizativas o de producción debidamente acreditadas. 

El afectado puede:

  • Aceptar la reducción.
  • Impugnarla judicialmente si no está de acuerdo.
  • Solicitar la extinción del contrato con derecho a una indemnización de 20 días por año trabajado hasta un máximo de nueve mensualidades.

La reducción de jornada laboral está configurada como un derecho de todos los trabajadores, pero solo puede accederse a ella cuando se da alguna de las causas previstas en el Estatuto de los Trabajadores. La empresa, por su parte, no la puede denegar si la petición está correctamente justificada.

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