Una terraza y una rama que cae
Nuestra clienta solo quería disfrutar de una tarde tranquila. Era el 1 de agosto de 2013 y se había sentado con su marido en una terraza de la calle Puentedeume, en el barrio del Pilar, en Madrid. Buscaban sombra bajo un árbol frondoso. En cambio, encontraron el caos: un crujido seco, un golpe devastador, sangre, confusión. Una rama de grandes dimensiones se desprendió sin previo aviso, aplastándola con violencia. Perdió el conocimiento al instante. Las secuelas físicas y psicológicas le durarían mucho más.
Aquel árbol no estaba en un jardín privado. Estaba en la vía pública, bajo la competencia del Ayuntamiento de Madrid. Y no era la primera vez que los vecinos alertaban de su estado. Ya se había advertido de la falta de poda. Ya se habían registrado caídas de ramas y árboles en toda la ciudad durante 2013 y 2014, años marcados por recortes y abandono. El Ayuntamiento, sin embargo, negó su responsabilidad. Se negó incluso a indemnizar a la víctima.
Lo que el Ayuntamiento negó, lo reconoció la justicia
Desde Javaloyes Legal sabíamos que este no era un caso sencillo. Luchar contra una gran administración siempre requiere rigor técnico y resistencia. Reunimos informes periciales, documentamos la falta de mantenimiento y demostramos que no había informe técnico municipal que justificara lo contrario. El propio Ayuntamiento ni siquiera aportó prueba alguna en juicio.
Formulamos demanda contencioso-administrativa y defendimos que el accidente no fue fortuito, sino consecuencia directa de un mal funcionamiento del servicio público de mantenimiento del arbolado urbano. La jurisprudencia era clara: si hay daño, nexo causal y ausencia de deber jurídico de soportarlo, hay responsabilidad patrimonial.
El Juzgado de lo Contencioso Administrativo nº 9 de Madrid nos dio la razón. En su sentencia de 5 de mayo de 2016, condenó al Ayuntamiento a abonar 21.198 euros, más intereses, a los que se sumaban los 11.568 euros previamente abonados por la aseguradora. En total, 32.000 euros de indemnización por las lesiones sufridas.
Una lucha que resonó más allá de los tribunales
Esta victoria no fue solo jurídica. También fue simbólica. Representó el derecho de cualquier ciudadano a exigir responsabilidad cuando el sistema falla. La historia de nuestra clienta fue recogida por medios como ABC, Europa Press o Telemadrid, donde nuestro compañero José Miguel Sanz García explicó el alcance de la sentencia. Durante semanas, el caso fue noticia en Madrid. Y con razón: se trataba de una historia que podía haberle pasado a cualquiera.
Lo que comenzó como una tarde de verano terminó siendo una lección jurídica. Una mujer sola frente al Ayuntamiento de Madrid. Un equipo legal comprometido. Y una sentencia que reconoció que los ciudadanos no tienen que pagar con su cuerpo los errores de sus administraciones.